martes, 28 de julio de 2015

Segundo Café Todoele: Materiales

El viernes 24 de julio nos reunimos en el Segundo Café Todoele unos cuentos colegas de diferentes partes del mundo: Luis Navarro (extremeñogaditano en EEUU), Werónika Gorska (Polonia), Silvia Ros (Cádiz), Flavia González  (cubana en Hamburgo), Celena Alves (Brasil), Paula Hurtado (colombiana en Polonia) y María-Dolores García-Borrón (España)... y yo (desde México), ósea, 8. 

Tuvo un ritmo bastante diferente al primero... más formal, más cercano a la mesa redonda entre colegas. Hubo también algunas dificultades técnicas. María-Dolores, por ejemplo, pasó las de Caín para poder participar en la conversación, pues estaba en un internet público, al lado de la playa. Y Silvia y Werónika tuvieron que lidiar con la atención a sus bebés, como buenas madres multitasking que son. Pero me llevo la sensación de que todos pusimos nuestro mejor corazón al sol y logramos sortear esos obstáculos. Somos nuevos en esto y todos estamos aprendiendo. 

Después de tres días, estas son algunas cositas que se me han quedado del café:

Se hizo evidente la necesidad de un portal de recursos y materiales de ELE donde los profes comenten y valoren esos recursos, pues como comentaron Paula y Flavia, hay tantos materiales en la red que al final no sabes bien qué elegir y terminas confeccionando tú tus propios materiales. De ahí la necesidad de algo en internet que funcione en la práctica como una colección clasificada de recursos (o sea, como el portal Todoele, por poner un ejemplo), pero que permita conocer los consejos y experiencias de otros colegas sobre esos materiales (como lo que sucede en la Comunidad Todoele). Usamos Amazon como analogía, ya que puedes ver fácilmente la valoración que hacen otros usuarios de los libros; o FourSquare, la aplicación de turismo que permite saber lo que piensan otros usuarios de los cafés, restaurantes o museos de una ciudad. ¿Cómo darle forma a ese sueño? Ese proyecto quedó un poco en el aire. Yo me comprometí a comentárselo a Jesús Suárez, creador de Todoele, y al equipo de administradores, por si se nos ocurre algo concreto. 

Algunos compartieron sus ideas y portales de materiales favoritos. Una colección muy chula. Aquí van algunos de los enlaces que compartimos entre todos para buscar buenos materiales en ELE.
  • Todoele: con herramientas de búsqueda para encontrar materiales de todo tipo (canciones, cortos, actividades gramaticales, etc.)
  • Cascadilla: materiales para trabajar la fonética (archivos de audio para actividad de comprensión auditiva)
  • Fundación SierraPambley: colección de materiales divididos por niveles de competencia idiomática
  • TICELE: colección de videos subtitulados de todo tipo (publicidad, cortometrajes, videoclips, chistes)
  • ProfedeELE: con juegos y propuestas didácticas comentadas en un blog
Inevitablemente, de los materiales saltamos a las aplicaciones y herramientas. Sobre todo las relacionadas con el trabajo fonético (quién sabe por qué nos fuimos por esa rama!), como sintetizadores de voz tipo Oddcast, simuladores visuales de la articulación de los sonidos, como IowaPhonetics, o los programas de reconocimiento de voz como Siri o Acapela. Luis, nuestro explorador de joyas en internet, nos compartió en vivo y en directo cómo usa GoogleTranslate con textos de cualquier objeto de la vida real que pueden escanearse desde el móvil. 


Luis Navarro explicando el uso de un traductor digital de textos (GoogleTranslate)
Más allá de los materiales en sí, de dónde pescarlos, me llevo para casa la idea de Werónika de involucrar a los propios alumnos para que sean ellos quienes traigan o adapten esos materiales a clase. O la idea de Celena de usar grupos en WhatsApp para que los alumnos se cuenten bromas y conversen en español. 

Surgió, por último, la idea de organizar más cafés pero en torno a discusiones concretas. Por ejemplo: ¿materiales adaptados o materiales auténticos?. 

domingo, 26 de julio de 2015

La Caja de herramientas ELE: nueva quedada para darle forma

El jueves pasado nos juntamos en un hangout Luis Navarro (desde la universidad de Duke, EEUU), Lidia Moreno (Internacional House, Barcelona), Marcela Fritzler (del Instituto Cervantes, en Israel) y Dimas Peña (capacitador en tecnología educativa, desde Colombia). Werónika, uno de los corazones del proyecto, no pudo estar con nosotros porque estaba en medio de una inundación casera!! Todo bien, al final.

Nos juntamos para tomar decisiones e impulsar el proyecto que nació en el primer Café Todoele: crear una banco de herramientas tecnológicas aplicadas a la enseñanza de E/LE. Luis bautizó el proyecto como “La caja de herramientas ELE”. Esa es la idea... crear de manera colaborativa una caja de herramientas disponibles en la red y de la que cualquier profesor pueda echar mano para sus clases y ponerse al día en un mundo de tecnologías que a todos nos marea.

Captura de pantalla del hangout para el proyecto: Caja de herramientas ELE

La primera decisión era la plataforma para ordenar las herramientas y ponerlas a disposición de cualquier usuario. Es decir, elegir la caja. Y aquí hubo, básicamente, dos propuestas:

- Mindmup: propuesta por Lidia Moreno. Su principal ventaja es que permite construir redes de nodos (a modo de mapas conceptuales) y eso nos clasificar las herramientas según la habilidad o contenido de aprendizaje, el grupo-meta, etc. También permite adjuntar una nota (que puede ser un texto, enlace, imagen, etc.), donde cada profesor podría valorar las herramientas que recomienda.



- Symbaloo: propuesta por Marcela. Tiene la ventaja de su presentación visual, práctica y atractiva, como una pizarra de objetos. Puede ser construida de manera colaborativa y permite, además, incluir enlaces específicos (lo que daría acceso directo, por ejemplo, a la cuenta del blog o de pinterest de alguno de los profesores).




También comentamos, de pasadita, otras posibilidades: Pinterest, Diigo, Prezi.

No llegamos, al final, a ninguna conclusión definitiva. Nos comprometimos, eso sí, a explorar esas plataformas en los próximos días y en comentárselo a Jesús y a otros miembros del equipo de administradores de la Comunidad Todoele.

El segundo dilema fue cómo organizar la colaboración de los profesores. Apostamos, al final, por diseñar un cuestionario en GoogleForm para distribuirlo en la Comunidad Todoele. Ese formulario debería delimitar una serie de campos cerrados (grupo meta, habilidad o contenido de aprendizaje, sí o no se ha llevado al aula, etc.) y permitir que los profesores recomienden las herramientas tecnológicas que ellos conocen o han utilizado en sus clases. Así la Caja de herramientas no la haría un grupo pequeño de “expertos” en el tema, sino que sería el fruto de la colaboración de cualquier colega de ELE. Es un bonito sueño. En las próximas semanas habría que darle forma a ese cuestionario.

Una discusión final: Sergio, en solitario, defendió la idea de crear una categoría abierta en el cuestionario para que el profesor pudiera comentar libremente su experiencia con esa herramienta o su valoración (¿para qué la recomienda? ¿qué dificultades tuvo al usarla? etc). Pero el resto del grupo argumentó que una pregunta abierta no ayudaría a la clasificación de la herramienta. 

jueves, 9 de julio de 2015

Primer Café Todoele

Ayer tuvimos nuestro primer Café Todoele, con Luis Navarro (en Carolina del Norte), Elena Binggeli  “Mabi” (Suiza), Dimas Rafael (Colombia) Marcela Fritzler (Israel) y Werónika Gorska (Polonia). Y servidor, desde México. Un cafecito global, sin duda. 

La anécdota la puso Elena, que se conectó al Café desde su tableta mientras viajaba en tren. A través de su cámara pudimos comprobar la eficiencia de los sistemas de transporte en Suiza y también, de regalo, una linda puesta de sol.

Atardecer en Suiza mientras conversamos a través del hangout de Google+
No teníamos un guión pero sí un punto de partida: la tecnología en el campo de la enseñanza de ELE. En la hora y media que duró el Café (sí... se me pasó volando) y nos alcanzó el tiempo para hablar de varias cosas: las restricciones de Skype para dar clases en línea, las políticas educativas sobre uso de móviles en el aula, los programas de actualización docente, las resistencias a la innovación de parte de los profesores y las diferentes herramientas tecnológicas que usábamos en clase de español.

Del Café me quedo con varias cosas. Para empezar, la riqueza de hacer “zoom out” y conocer cómo funciona la educación en diferentes partes del mundo. Los contrastes, por ejemplo, entre Colombia, cuya inversión en dispositivos digitales escolares contrasta con los problemas de conectividad en zonas rurales e Israel, donde el problema no radica en la tecnología sino en la resistencia al cambio de los profesores. O la apuesta en universidades privadas mexicanas por el uso de plataformas cerradas (y carísimas) como Blackboard frente a la preferencia en Europa por tecnologías abiertas como Moodle. O las diferentes dinámicas de actualización docente, algunas impulsadas por el gobierno (up-bottom), como la que en Colombia acredita a los profesores en ciudadanía digital y otras impulsadas desde el aula, como en Polonia, donde un grupo de profesores han creado una red de innovación que está cambiando la educación en el país. En fin, una ventana abierta a otros rincones del mundo que sin embargo nos devuelve la sensación de que a final de cuentas todos somos compañeros de la misma lucha/aventura. 

Pero el plato fuerte (¿el postre?), para mí, fue la recopilación colectiva que hicimos de TICs que usábamos en el aula.  Como la lista es larga, mejor la resumo en este mapa:

TICs comentadas en el primer Café Todoele
En cualquier caso, todos coincidimos en que la clave no es multiplicar nuestros dispositivos tecnológicos en clase sino reinventar nuestra metodología. El aprendizaje basado en proyectos (ABP), el empoderamiento de los alumnos y la capacidad para construir redes de aprendizaje nos parecieron direcciones interesantes para explorar. De lo contrario, corremos el riesgo de, en palabras de Lankshear y Knobel (2008), de “ofrecer vino viejo en botella nueva”, como sucede en este video que nos compartió Werónika:



Quien quiera compartirnos su interés en participar en futuros Café Todoele, complete este formulario:  https://goo.gl/W9T0ki

miércoles, 14 de enero de 2015

Entrevista a Carmen Polo: la CT como claustro (multicultural) de docentes

Antes de entrevistarla lo primero que hice fue curiosear por su página en la CT. Me encantó su idea de describirse a sí misma en tres versiones según niveles de competencia lingüística (A1, A2 y B1). No había duda: ahí había una profesora de español. ;-)

Fragmento de "Mi página" de Carmen Polo en la CT

Sin embargo, como en tantos otros casos, el camino hacia ser profe de español tuvo que esperar algunos azares. Tras sacarse la carrera de Filología Hispánica trabajó como profesora de lengua y literatura en un colegio del norte de España con alumnado algo complicado por su situación familiar. Los veranos los pasaba entre campamentos y temporadas dando clases de español dentro y fuera de España. Colaboró con diferentes asociaciones como Cantabria ACOGE, enseñando español a inmigrantes. De hecho, desde los 16 años ha trabajado como voluntaria en diversas asociaciones.

Sus pasiones parecen claras: viajar y ayudar a otros (ella me corrige y me sugiere: “viajar y compartir mis conocimientos con otros”). Y encontraron su rumbo cuando decidió migrar a Alemania, donde vive desde hace casi una década. Allí se ha partido el lomo a trabajar como profesora de ELE: “como docente para estudiante de adultos trabajaba como autónoma, como todos, desde muy temprano hasta muy tarde, yendo de facultan en facultad, de ciudad en ciudad, en academias privadas, centros culturales, etc...; y entre tanto luchando mano a mano con otros docentes por mejorar nuestras condiciones laborales”.  Ahora compagina cursos de español y de formación para docentes e intenta conciliar su agenda laboral con su hacer compatible su agenda de trabajo y su dedicación como madre. 

A pesar de haberse movido en diferentes entornos de trabajo Carmen comenta lo sola que se sentía: "iba de un lado a otro... no teníamos ninguna relación entre los docentes... era muy complicado, no se organizaban proyectos, no charlabas sobre el trabajo... yo no tenía ninguna posibilidad de intercambiar experiencias o materiales con nadie". Tal vez por eso precisamente se volvió una participante entusiasta de la CT, donde encontró el claustro de docentes que las instituciones donde trabajaba no le ofrecían: "la idea de compartir material, de pedir consejo a otros compañeros, de encontrar un poquito ese apoyo que supone un claustro de docentes". En ese proceso ha sido fundamental el vínculo que ha creado con otros administradores: "Para mí es como si los administradores fueran mis colegas de trabajo a los que puedo preguntar cualquier cosa, de los que me he sentido apoyada y de los que he recibido mucho cariño".

Otro de los alicientes para Carmen ha sido la presencia de otras culturas en la CT. De hecho, desde joven ha viajado a Brasil y Venezuela como cooperante. No creo ser indiscreto al comentar que más de la mitad de sus últimos 15 mensajes en Facebook están dedicados a la denuncia de los prejuicios étnicos, la lucha contra el fanatismo religioso o la defensa de los animales en países tan diferentes como Francia, Afganistán, Pakistán o España. Carmen tiene una perspectiva global del mundo y confiesa que en la CT ha encontrado una manera de cultivar esa vocación multicultural: "Yo he viajado por muchos países y para mí es muy importante conocer a la gente de esos países... la posibilidad que da la CT para que puedas intercambiar todo tipo de cosas con gente de cualquier parte del mundo para mí fue un descubrimiento maravilloso".  

Por último, una ironía. Carmen nunca quiso saber nada de ordenadores pero su vida ahora está ligada en gran parte a la tecnología digital. Mantiene vivo el contacto con muchos amigos y familiares a través de Skype (y otros medios) y en su vida profesional gestiona de forma voluntaria varias redes sociales: “lo siento como algo profesional pero no cobro nada por ello. Es amor al español y a la cultura”. Estos son los grupos en Facebook en los que colabora como community manager:


También colabora en el blog de esa asociación alemana de profesores de español. Así que de manera no intencional participar en la CT y hacerlo además como administradora parece que ha impulsado su apropiación de la tecnología digital. 

domingo, 28 de diciembre de 2014

"Todoele habla de Todoele" (mesa redonda) y el aprendizaje emergente

Moderé la primera mesa redonda de los VII Encuentros Todoele: "Todoele habla de Todoele". La intención era hablar de nosotros mismos, de la historia de la CT, su funcionamiento y sus planes de futuro. Para ello reuní a Jesús Suárez, el creador (que no "gurú", como él mismo rechazó), a un grupo de administradores (Andrea Chávez, Carlos González y Silvia Ros) y a dos miembros significativos de la comunidad (Maribel Barrera y Fátima Cheikh-Khamis).



Entraré en la historia y proyectos de la CT en otra entrada. Aquí quiero comentar la congruencia de varios testimonios en cómo suceden las cosas en la CT. "La comunidad ha evolucionado de forma orgánica", dice Jesús Suárez, el director de la CT. La Comunidad, de hecho, "es un apéndice de TODOELE, que es un repositorio de recursos para profesores de ELE". "Pero le faltaba la parte de la interacción", es decir, aunque estaba abierto a la contribución de cualquier visitante lo cierto es que el portal básicamente era un banco de información y su configuración "fue fruto de cierta planificación".

Carlos González, por su parte, insiste en la "permeabilidad" de la CT: "está muy abierta a integrar en el grupo que lleva la iniciativa a cualquier persona que muestre iniciativa". De hecho, para Carlos, eso es justo lo que diferencia la Comunidad de otros grupos profesionales con los que ha contactado en internet: su carácter flexible, abierto a que cualquier persona forme parte activa en ella y colabore con otros miembros de la CT para desarrollar proyectos.

Un ejemplo es el curso que impartió Maribel: "me metí en el grupo de Moodle... y vi que había dudas... se me ocurrió hacer un taller de Moodle... llegaron hasta 100 personas... yo no pensaba hacer nada formal, sólo algo pequeño, pero cuando vi tanto interés me puse rápido a hacer diapositivas... ni siquiera pregunté a Jesús... se hicieron 3 sesiones de ese taller".

También Andrea tomó la iniciativa. Sintió que en había poca presencia de la cultura mexicana en la Comunidad y decidió abrir un grupo, "ELE México", para compartir noticias, videos y recursos sobre su país y la variante lingüística mexicana. Jesús constató cómo la contribución de Andrea animó a otros miembros de otras regiones de América a abrir sus propios grupos nacionales y cómo se empezaron a registrar más miembros de México a partir de entonces.

Esta lógica "bottom-up"de la CT puede explicarse desde la teoría del "aprendizaje emergente" (Williams, Karousou y Mackness, 2011). En esta figura, se contraponen dos sistemas o modelos de aprendizaje: el prescriptivo y el emergente.


En el modelo emergente, propio de los sistemas complejos, no puede predecirse el resultado, sólo en retrospectiva puede desvelarse el sentido de lo sucedido: "emergent learning is unpredictable but retrospectively coherent" (Williams et cols., 2011). La organización de la actividad es fruto de la colaboración y de la auto-organización de los participantes, en contraste con la organización jerárquica del aprendizaje institucionalizado, donde el contenido es creado PARA los usuarios. En el aprendizaje emergente el contenido es creado POR los usuarios.  

Una ley rige la evolución del aprendizaje en estos modelos emergentes: la de prueba y error. La habilidad que se adquiere, por tanto, es la adaptabilidad ("resilience") a las condiciones cambiantes y el aprovechamiento de las oportunidades ("affordances") que surgen dentro de los límites ("constraints") que se descubren en la misma práctica. Por el contrario, en los sistemas prescriptivos la eficacia ("robustness") es el objetivo del aprendizaje. Dicho en otras palabras, aprender de los errores es un valor más importante que aprender a evitar errores.


martes, 7 de octubre de 2014

Entrevista a Lidia Moreno: la bibliotecaria de la CT

Se define como una maestra "metódica pero muy práctica". Y lo es a juzgar por las respuestas a esta entrevista que me envía por correo, aderezadas con datos concretos, con análisis pormenorizados. Lidia no se conforma con decir, por ejemplo, "he dado clases de todo". No. Ella echa a rodar la siguiente lista: "de clases individuales a grupos de hasta 30 personas. De estudiantes Erasmus, jefes de compañías internacionales, canguros, amas de casa, profesores, niños, jugadores olímpicos, chefs, desempleados".  Y, sin embargo, Lidia se volvió maestra de ELE por esas casualidades (¿causalidades?) de la vida. Ella es diplomada en Trabajo Social y colaboró con la Cruz Roja trabajando con migrantes (magrebís, sobre todo), ayudándoles a integrarse en la sociedad catalana. Por ejemplo, tenía que echarles la mano con su español para que pudieran conseguir su carnet de conducir y allí se descubrió como maestra de ELE: "casi sin darme cuanta advertí que donde más cómoda y útil me sentía era preparando y dando aquellas clases".  Tras su paso por Londres (un clásico juvenil europeo!) terminó formándose en la Internacional House, donde actualmente trabaja. "No soy filóloga", "No soy lingüista", aclara con humildad. Pero ya son 13 años los que lleva en la mochila como maestra ELE.

La imagen de Lidia en su página personal dentro de la CT dice mucho de ella: un perfil en la sombra, de bello trazo, con una mujer leyendo y una llamarada de líneas pulcras y artísticas que emergen del libro. "Ordenada y práctica", sí. Pero también íntima, sutil, creativa.

Página personal de Lidia Moreno en la CT

Su "curiosidad cibernética por buscar material diferente y atrayente para mis estudiantes" le condujo a la CT. Y poco a poco se volvió una de sus participantes y administradoras más activas (la que más foros ha iniciado en toda la comunidad, superando incluso a Leonor, que no es sencillo, y la segunda en publicar más fotos, por detrás de Andrea). Como administradora asume además labores de etiquetaje y revisión de las publicaciones de los miembros de la comunidad: "Todos los foros, fotos y vídeos pueden ir acompañados de etiquetas que los miembros añaden. Gracias a ellas podemos llegar a todo el material que dispone la CT relacionado con el tema que posee la etiqueta. Unificar criterios de mayúsculas-minúsculas, eliminar repeticiones, añadir acentos, entrecomillar y revisar todo lo que pueda entorpecer una búsqueda".  Lidia hace un trabajo minucioso, fuera de cámara. "aproximadamente el 50% de foros, blogs, videos, etc. no se etiquetan.... especialmente fotos y videos sí lo etiqueto pero foros y blog pienso que si la persona no lo ha etiquetado es cosa de cada uno". Lidia es, por así decirlo, la bibliotecaria digital de la CT.  En palabras que ella pone en boca de Jesús, el creador de la CT: "la Comunidad Todoele es una biblioteca donde [...] podemos disponer de material de otros colegas".

Cuando le pregunto qué impacto ha tenido en ella pertenecer a la CT Lidia apunta en dos direcciones diferentes. Por una parte, habla de la CT como de "un lugar donde me sentí apoyada", una red de apoyo emocional y profesional: "En aquel momento en que yo empecé a colaborar en mi trabajo era la única en el departamento y a veces me sentía dudosa [...] la CT se convirtió en mi supervisor o el asesor que yo en aquel momento no tenía.... yo podía exponer mis dudas, compartir el material, que lo valoraran [...] y descubrir las ideas de otros miembros que yo podía usar en clase". Cuando Jesús la propuso formar parte del equipo de administradores para Lidia fue "un chute de seguridad bestial". "Para mí ver cómo desde cero se organiza todo el proceso ha sido genial" "Esas cosas no las habría podido realizar fuera de la comunidad". Tal vez por eso expresa en su entrevista tanto agradecimiento a Jesús, por invitarla a esta aventura de ser administradora de la CT, por creer en ella, por liderar ese apoyo que ha sentido en la comunidad.

Por otra, la CT es para Lidia una fuente generosa de materiales, ideas y herramientas, un "lugar para aprender". Lidia es de esas profesoras que puede "pasar horas en internet para buscar 10 minutos que me quedan colgados de una clase [...] Me entusiasma sorprendenderles con actividades sobre sus gustos que comentaron un día por casualidad y yo pillé al vuelo". Porque escuchando a Lidia no parece sólo que ese entusiasmo se deba al deber profesional de preparar bien las clases sino al placer mismo de la elaboración de materiales, que hace de muchos maestros ELE una especie de artesanos y exploradores digitales.

Recursos y herramientas digitales que Lidia Moreno adquirió o cuyo uso pedagógico enriqueció gracias a la CT 

¿Qué aprendizajes digitales concretos ha aprendido Lidia en la CT? Es difícil saberlo, pues la apropiación de recursos y herramientas en la red tiene muchas raíces (el boca a boca de tus colegas, los azares de la navegación en internet, la participación en múltiples redes sociales digitales, etc.). Pero es un hecho para Lidia que su actividad en la CT, especialmente los grupos a los que se suscribió (como el de las presentaciones en Power Point o el de PREZI), la organización de eventos con otros administradores (con quienes aprendió o ejercitó el uso de Skype o de GoogleDocs) y su participación en algunos foros (que le pusieron en conocimiento de programas de "nubes de palabras", como Wordle o Tagxedo o de presentaciones gráficas como Glogster) ha servido de fuente constante de aprendizaje digital. 

Disponer no es sólo tomar prestado sino recrear. Y es ahí donde le sale la vena creativa a Lidia (y a tantos otros profesores). Usa GoogleEarth para lo que ella llama "clases nostalgia", donde pide a los alumnos que recorran su ciudad natal en la pantalla mientras hablan de sus recuerdos en ella. O utiliza un álbum de 20 imágenes y les pide que en equipos jueguen a adivinar cuáles de esas imágenes tienen que ver con ella y cuáles no, como una forma de romper el hielo en la relación maestra-alumnos. O les comparte un Glogster para trabajar los tiempos del pasado con la biografía de Almodóvar e incrusta escenas clave de sus películas bajadas de Youtube.  En fin... la ordenada bibliotecaria digital se transforma en una innovadora educativa donde lo importante no es la tecnología sino la imaginación y las ganas de ser mejor maestra.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Entrevista a Leonor Quintana: "ante todo me importan las personas"

Con Leonor uno siente confianza de inmediato. Le digo que si Jesús Suárez es el "padre" de la CT ella sería algo así como la "madre" de la comunidad. Así me responde: "no me molesta tu imagen de la mamá de la CT; al revés, me halaga, solo que no quiero que se la identifique conmigo pues yo no tengo por qué gustar a todos pero la CT está ahí para cualquier profesor que quiera!"

Bueno, pues no sé si la madre... pero Leonor Quintana tiene dos méritos indiscutibles en la CT: fue la primera participante de la comunidad que asumió el rol de administradora, allá a finales de verano de 2007; ha sido la participante más activa de la comunidad (tomando en cuenta, por ejemplo, el número de mensajes compartidos). En la siguiente tabla comparo la actividad registrada de todo el equipo de administradores. Leonor al menos dobla en su participación al resto de compañeros con casi 1500 participaciones en foros, más de 100 entradas de blog, 69 grupos a los que está suscrita y más de 500 "amigos" en la CT.

                       

     Para mí no hay duda. Leonor ha sido el corazón de la CT. ¿Qué le ha llevado a involucrarse tanto? De su entrevista me quedo con una frase que aparece una y otra vez, casi como un mantra: "ante todo me importan las personas". Dicho en boca de Leonor no suena a frase trillada sino a una ética de vida. Añade: "me intereso por gente que tal vez tenga que bregar sola  en su labor como profesores de ELE y lo que pueda hacer por ellos, lo hago".

     Leonor sabe bien lo que es bregar sola en este territorio profesional y llevar "el español en la maleta" (libro donde Leonor tiene un capítulo donde cuenta su historia como maestra ELE). Estudió filología inglesa en la Universidad de Salamanca y migró a Grecia con su esposo en 1981. Ha pasado en Atenas media vida. No la tuvo fácil. Se encontró con una trampa... en Grecia empezó a dar clases de español pero su titulación en inglés y no en filología hispánica le cerró muchas puertas. "Estoy en contra de la titulitis" y del "sistema de castas" académico, comenta en la entrevista. Ella aprecia más la "mentalidad abierta y la amabilidad" que ha encontrado en la CT.

     Una de sus grandes virtudes, de hecho, es la humildad. "Yo soy una pobre ama de casa y he dado clases para ayudar a mi familia". Por ello, tal vez su mejor universidad ha sido la red. La CT, sin duda, ha ocupado un lugar especial: "ha sido mi tabla de salvación [...] La CT me ofrece la posibilidad de concentrar en un sitio todo lo relacionado con nuestra práctica profesional y concentrar la conversación que se da en la red pero de manera dispersa"

Página personal de Leonor Quintana en la CT

     Pero más allá de encontrar en la CT un repositorio de conversaciones y recursos, una especie de biblioteca orgánica, lo más valioso es que se trata de "un lugar de encuentro, que es lo que a mí me gusta". "Me gusta la amplitud", insiste, pues en la comunidad se da cita "todos los países, todos los niveles académicos, todo tipo de personas... y para mí eso es lo más enriquecedor". Ante el sistema de castas que propician las instituciones Leonor se siente más cómoda en esta gran ágora online. Ella pone en juego lo que Dolors Reig, entre otros, llaman "sharismo", que es una ética de la generosidad basada en compartir lo que uno tiene o sabe con otros y recibir de vuelta lo que otros desean compartir con uno. Así lo dice Leonor: "ofrezco lo que yo quiero encontrar en otras personas".

     Sus palabras me recuerdan que a principios de los noventa, en el paleolítico de internet, Rheingold, uno de los padres y pioneros de las "comunidades virtuales" veía en estas redes un hábitat ideal para la diversidad, una especie de espacio explotarorio, de liberación de las restricciones institucionales y de las tribus sociales o culturales a las que uno está atado en su vida offline. Leonor, desde luego, no se deja llevar por estos cantos de sirena y asume una actitud escéptica, crítica, ante la evolución de estas comunidades: "creo que hay una tendencia en la red que nos lleva hacia lo momentáneo, lo inmediato, a perder la memoria". "Cada vez la gente lo quiere todo más fácil".

     Y es que Leonor está un poco de vuelta. Ha visto pasar muchas modas, muchos entusiasmos. Sus reflexiones me evocan (¿será porque está en Grecia?) la ironía melancólica de los poemas de Cavafis. Leonor sonríe con una mueca de ironía, por ejemplo, ante el desuso actual de los "hot potatoes", cuando hace no tantos años eran lo más "in" entre los profesores ELE. O ante el enfático espanto de los colegas hacia las clases magistrales o las baterías de ejercicios gramaticales. Como si lo que funcionaba antes de ayer se hubiera vuelto obsoleto de repente.

     Y así dejo la entrevista con la sensación de que Leonor ha encontrado en la CT gente como ella, como yo, gente que no se siente cómoda formando parte de ninguna tribu, gente a la que le gusta compartir y compartirse en esta especie de tribu de los sin tribu, de espacio de todos y de nadie, donde cualquiera da y toma sin que le miren el carnet o el currículum.